El desarrollo de los métodos cuantitativos, incluyendo los geométricos, ha contribuido al avance de las ciencias, en el sentido de la especificación.
 Es el caso de la división de una población en grupos con alguna (s) característica(s) común. Así, tenemos el método de dividir la población en 5, o  quintiles (20%), por su nivel de ingreso. También en deciles (10%), y a medida el ingreso y la riqueza se han concentrado tanto, se ha tenido que crear el minúsculo grupo del percentil o del 1% súper rico de la población y del mundo.
Hasta ahí todo está bien dentro del formalismo matemático. Pero, los centros de la seudo ciencia han dado un paso más para ideologizar su dominacion y explotación laboral y social. Sobre la base de esos quintiles han creado 5 canastas familiares, donde para el 1er quintil, en Dominicana, la canasta es de $13,818.11, y para el quinto la canasta es de $62,029.44.
 Así, la economía oligárquica acepta que hay unos ciudadanos ( ahora viendo el orden de los quintiles al revés, donde el quinto debe ser el primero) que tienen un estómago y otros con estómago diferente. Surgen así las personas de quinta categoría, para las cuales se acepta como normal vivir con 13 mil pesos.
Es decir, adaptan o inventan una canasta para el nivel de ingreso, cuando debe ser alrevés. Para tratar de disfrazar el desaguisado dialéctico, vuelven al formalismo matemático creando una canasta nacional como promedio de las 5 canastas creadas de manera forzada, que para diciembre de 2018 fue de RD$30,333.92. Pero, ni el invento de las 5 canastas para 5 quintiles, ni la canasta promedio representan las necesidades de una vida humana digna.
Hay que rechazar ese criterio de las 5 canastas que valida la gran desigualdad social y del ingreso que existe en nuestro país. Hay que  reinventar los métodos de cálculo de para la igualdad social, pensando en la gente.