Recetas Exóticas

Karmadavis

Ya Frimiun llevaba siete meses sin trabajar. ya lo había intentado todo. cocinar piedra, hacer mezcla de cemento con pan de agua, robar las cocinas de lo restaurantes, entre otras peculiaridades.

Hasta que un día encontró en una revista, que era mitad porno y mitad política, sobre lo beneficios de comer clavos de acero. primero empezó comiendo dos clavos, luego siete, doce, hasta veinticinco al día.

Al principio eran amargos y le proporcionaban un poco de dolor, luego se fueron poniendo dulces. Clavo a clavo, se envició hasta que no tuvo escapatoria, estaba enganchado.

Las consecuencias de esta dieta atroz, le generaron una nueva identidad que salía de su epicentro cerebral. Era una pequeña cabeza que le iba creciendo de la parte superior de su otra cabeza.

Volviéndose cada día más grande. Era él mismo renovándose en sí mismo. cuando la transición estuvo completa, un amigo le consiguió un trabajo en el gobierno.